BLOG DE MARIA CINTA MONTAGUT

martes, 22 de enero de 2013

La calle huele a grito
es un aroma que penetra en los poros,
en la urdimbre de todos los vestidos,
se expande y ocupa todos los rincones
de la ciudad despierta.
No se puede dormir.
Ya no hay silencio para mecer las cunas.
Ya no hay silencio.
El grito se multiplica y crece
fluye por las arterias como sangre
que se derrama y limpia
las manos que se abren,
y se instala
en la terca voluntad de los que buscan
atravesar la tierra con su voz.

De   La espera inevitable

jueves, 3 de enero de 2013

Hoy hay que vivir
como si nada empañara el tiempo
dispuestos a todo cada día
preparados para las ceremonias
de la fragilidad.
Hoy, ya lo sabemos, hay que vivir
sabiendo que los sueños son posibles
en los ojos que nos acompañan,
que derriban las puertas de la noche.
En el grito de los desterrados
y en la última lágrima
de los afligidos.

De La espera inevitable