Olvidar que la vida es un instante,
lo que siempre supimos sin decirlo,
y guardar en el armario las derrotas,
acariciar la piel del desencanto
para recuperar el equilibrio
del silencio y el mar.
De La espera inevitable
lo que siempre supimos sin decirlo,
y guardar en el armario las derrotas,
acariciar la piel del desencanto
para recuperar el equilibrio
del silencio y el mar.
De La espera inevitable
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